Hoy ví con mi madre la película “Intensamente 2”. ¿En qué momento empezamos a tener películas de 1 hora y media? ¿Qué pasó con nuestra atención?
Resulta que la niña Riley ya no es niña, entra en la etapa de la “pubertad” y con ella vienen emociones complejas y nuevas: La ansiedad, el aburrimiento, la vergüenza y la envidia.
Quienes protagonizan la película, en realidad, son la ya conocida “Alegría” y la novedosa y preocupante “Ansiedad”.
“Ansiedad” se anticipa a todos los escenarios. Y proyecta miles de posibilidades de futuro. Todas, por lo general, catastróficas.
“Alegría”, aún así, desea y hace todo lo posible por recordarle a Riley su identidad, sus valores, lo que hace que Riley sea Riley y no otra.
Es interesante pensar en la complejidad de nuestro cerebro. Y en los miles de pensamientos que archivamos por si acaso.
No todos son útiles. No todos hacen a nuestra verdadera identidad.
Eso explica la película. Hasta se vuelve psicodélica.
Esperaba más de Disney Pixar pero dió lo justo y necesario para recordar que no por querer pertenecer vamos a traicionar nuestros principios. O no por querer ser “cool’s” vamos a perder el compañerismo.
Me quedo con la escena en la que todas las emociones se abrazan para que Riley no colapse. Y con el final abierto, por supuesto, en el que suponemos que, al final, a la ya adolescente Riley le salen las cosas mejor de lo que esperaba.
¿Cuántas veces la “Ansiedad” le ganó a la “Alegría”? ¿Cuántas veces por no validar a la “Tristeza” no llegamos a destino? O lo que es mejor: ¿Cuántas veces una o varias lágrimas nos hicieron sentir vivos? ¿Y después muertos… y después, con unas ansias irrefrenables, de querer cambiarlo todo?
Sin lágrimas no hay vida. Sin alegría no hay propósito. Y sin ansiedad… pufff, para mí es la villana de la historia, la que quiere controlar lo incontrolable. La que, como bien dijo el Indio en una canción, quiere trepar alto y se le ve el culito. Así es la vida. Amarga y maravillosa. Bestial y súper cursi. Caótica y súper amable. Y quien quiera desterrar una cosa no se llevará la otra.
Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, muchacha.
🖊️ Agustina Ferrand